Hola, mi nombre es Rocío Macías Navío y me encanta conocer al ser humano e ir comprendiendo cómo habla la vida en todo.
En mis primeros 30 años de vida intenté llegar a cumplir con todos aquellos requisitos necesarios para, supuestamente, ser una persona de provecho y eso me trajo un ritmo inalcanzable de vida, quedándome perdida en algún lugar del camino. Me busqué en licenciaturas, en postgrados, en profesiones importantes, en cumplir con la familia y en relaciones imposibles de satisfacer. ¿Te suena?
La Vida, sabia, un día me paró. Gracias a una enfermedad, de éstas que te dicen “por aquí no es”, me llevó a asilenciarme, a recogerme allí donde me había perdido y comenzar de nuevo para conocer realmente quién soy, transitando en la gran escuela de la vida, a través de las diferentes experiencias que trae y de las que sigo aprendiendo. Lo dejé todo para darme una nueva oportunidad, una nueva mirada, un tiempo nuevo caminando la no dualidad, la mística, el perdón, la meditación, el yoga, la psiconeuroinmunología, el mindfilness, los palos del Amazonas, el acompañamiento contemplativo en la muerte, la espiritualidad bíblica, y sobre todo Jesús y Su Palabra, que aunque no necesite nombrarlo, siempre está.
Desde hace más de 10 años me dedico a acompañar, tanto a personas como a empresas, a realizar sus viajes de transformación humana en los que el propósito de conocerse de verdad y abrirse a la vida, más allá de ideas, interpretaciones y condicionamientos, va trazando el camino. También doy cursos de formación, talleres y retiros en los que desde ese permiso, ese sí a la vida, con la ayuda del grupo, se van descubriendo las herramientas y actitudes que nos ayudan a vivir de manera sencilla y tranquila dejando atrás el control y la supervivencia anclados en el miedo.
Formo parte también del equipo de tutores de la Escuela del Perdón de Jorge Lomar y Reyes Ollero, y del equipo de medicina integrativa de la Fundación Grupo 21 .
En este momento me maravilla el significado del bautismo de Jesús y las puertas a las que me lleva a mí y a las personas con las que lo comparto, para atravesarlas y seguir conociendo nuestra verdadera esencia y lo importante de la vida.
